jueves, 9 de septiembre de 2010

Complacer o no complacer a un cliente esa es la cuestión

Estamos en una sociedad a la que se nos ha inculcado al cliente lo que pida, y pocas veces cuestionamos lo anterior, pero cuando estamos en areas tan sutiles como el diseño y que muchas veces lo que piden los clientes es poco estetico, caemos en bueno es el cliente, el lo pide.

Pero lo anterior deriva en cosas realmente gachas, actualmente me he topado con algunos clientes que quieren ponerle a su pagina hasta el molcajete, no importandoles que eso no les da un plus al contrario demerita la funcionalidad, y el diseño se va deteriorando.

Cuando un cliente nos paga por nuestros servicios esta comprando un asesor el cual le dice que colores y formas debe llevar su diseño , pero cuando la ingerencia del clinete es más que permitida acaban saliendo cosas como el logo de Grupo Rosend el cual es horrible, pero asi lo quería el cliente, o podemos llegar a cosas muy buenas como el logo de Cocacola que simplemente es caligrafia parker muy pero muy estilizada y que ha cambiado poco.

No siempre hay que darle al cliente lo que pide en cuanto a diseño se refiere porque hay clientes que tienen mal gusto, hay que tratar de educarlo un poco visualmente, hacerlo entender en que tipo de diseño nos encontramos, o que quizas su aportación choca con el estilo propuesto, en fin; pero definitivamente hay que ver en pro de una educación visual.

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Ciclo de la calidad de Deming